Existen una serie de cualidades de un cuidador profesional que son imprescindibles a la hora de contribuir al bienestar de la persona que cuida sin olvidar el suyo propio.

En este artículo recogemos las 3 principales cualidades que debe tener cualquier persona que quiera dedicarse al sector de la atención a personas mayores y personas dependientes.

De manera general, una persona cuidadora debe contar con una serie de aptitudes que permitan el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para el desarrollo de su puesto de trabajo. Junto a ellas, los conocimientos y la formación especializada, contribuirán a formar un perfil idóneo para el desempeño de las labores de asistencia y acompañamiento propias del cuidador.

¿Cuáles son las 3 cualidades de un cuidador más importantes?

El trabajo del cuidador a nivel profesional se ha regulado durante los últimos años a través de estudios específicos y certificados de profesionalidad que dotan al alumnado de las competencias necesarias para el desarrollo de su trabajo en el ámbito sociosanitario que se trate: atención a personas dependientes en instituciones sociales, atención sociosanitaria en el domicilio, gestión de llamadas de teleasistencia, etcétera.

Ahora bien, no podemos olvidar que el trabajo de un cuidador requiere del contacto constante y diario con las personas usuarias de los servicios de asistencia. El cuidador acompaña y atiende a la persona en situación de dependencia con el objetivo de proporcionarle una mayor autonomía y calidad de vida, entendiendo sus necesidades no solo físicas sino también emocionales.

Para ello, resulta fundamental que la persona que desee dedicarse a la asistencia cuente de partida con estas 3 cualidades: empatía, fortaleza y vocación de servicio. Si bien, no debemos olvidar que a lo largo de la experiencia profesional y la formación continua se pueden trabajar estas aptitudes para un mayor crecimiento y desarrollo.

Veamos cada una de ellas:

1.- Empatía:

La capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona es indispensable en un cuidador. La importancia de la empatía en el sector sociosanitario es clara a la hora de conseguir establecer una relación de calidad entre el profesional y la persona usuaria.

Gracias a la empatía somos capaces de entender a la otra persona comprendiendo la situación y percibiéndola desde su punto de vista, no desde el propio. Así, conseguimos entender sus necesidades, motivaciones o sentimientos aunque la persona no sea capaz de verbalizarlas o transmitirlas correctamente.

Una persona cuidadora con empatía tendrá una mayor capacidad comunicativa, ofrecerá soluciones a los problemas diarios de forma acorde con la opinión y los sentimientos de la persona usuaria, hará que la persona dependiente se sienta más cómoda, comprendida y que confíe más en él, mejorando su autoestima y autonomía.

Desde el punto de vista del profesional, la empatía le ayuda a crear un clima de trabajo más colaborativo siendo capaz también de transmitir sus emociones al usuario, con lo que se pueden reducir posibles tensiones propias del día a día.

Igualmente ocurre con los compañeros y compañeras, la empatía ayuda a conocer las necesidades de los demás favoreciendo la comunicación y el trabajo en equipo.

Aunque existen muchas personas que opinan que la empatía no se puede aprender, existen un gran número de cursos que nos ayudan a entender mejor esta habilidad y practicar las estrategias necesarias para ponerla en práctica. Capacidad de escucha, comunicación no verbal, inteligencia emocional…, son algunas de las materias en las que podemos profundizar para mejorar y desarrollar nuestra capacidad de empatizar con los demás.

empatía, cualidades de un cuidador

2.- Fortaleza

Para dedicarnos profesionalmente al mundo de la asistencia y el cuidado a los demás debemos tener fortaleza física y mental. Un buen estado de salud físico resulta importantísimo a la hora de atender las necesidades físicas de la persona dependiente: movilización, ayuda en el desplazamiento cuando es necesaria… Además, gozar de un buen estado de salud contribuye a mejorar la salud emocional y mental.

Por su parte, la fortaleza emocional es una cualidad que puede ayudarnos a tomar las adversidades con una mayor calma, sin desorientarnos o paralizarnos. De ahí que también resulte importantísima para la persona cuidadora que debe ser capaz de afrontar situaciones complicadas en su trabajo con entereza y decisión.

Existen un gran número de acciones formativas que pueden ayudarnos a reforzar y potenciar la fortaleza emocional y mental. Por ejemplo, desde el aula virtual ASISPA, contamos con el curso de Autocuidado para profesionales: atención centrada en mi persona (ACMP) que ayuda a adquirir herramientas para el autocuidado personal y la promoción de la salud de los trabajadores sociosanitarios.

vocación de servicio, cualidades de un cuidador3.- Vocación de servicio

La tercera cualidad de un cuidador que resulta imprescindible, aunque bien podríamos haberla puesto en primera posición, es la vocación de servicio. ¿Qué entendemos por vocación de servicio? Pues a la cualidad de algunas personas con una inclinación orientada a satisfacer las necesidades de los demás.

En una profesión como la de cuidador, el objetivo fundamental es ayudar a personas mayores y personas en situación de dependencia a tener una mayor calidad de vida. La ayuda a los demás forma parte del día a día del trabajo del cuidador, por lo que la vocación de servicio aporta a la persona cuidadora la motivación necesaria inherente a tu labor.

La vocación de servicio nos ayuda a ser diligentes y generosos hacia los demás, ayudando a mantener una actitud positiva en todo momento. Realizar nuestra labor con interés, esmero y eficacia es fundamental para ofrecer un servicio de calidad centrado en la persona.

Desde ASISPA valoramos las cualidades de todos nuestros profesionales que ofrecen un servicio de calidad a todos nuestros usuarios con la calidez que nos caracteriza.

Si estás pensando en dedicarte a esta profesión, te animamos a formarte en las materias específicas para que con tus aptitudes y las competencias adquiridas consigas desarrollarte y realizarte en esta profesión.

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