Asispa gana el premio Incorpora de la Obra Social de la Caixa.

Nuestra Organización ha ganado el Premio Incorpora otorgado por la Fundación La Caixa por «la alta conexión entre la estrategia empresarial y sus acciones de integración laboral».

Esta es la historia que publica el periódico El Mundo de nuestra compañera Maribel.

Entra Maribel y el despacho, en esta mañana gris de otoño, se ilumina. Tiene los ojos verde hoja más increíbles que se hayan visto y una sonrisa que levanta el ánimo. Sobrepasa los 50 años y hace cuatro volvió a nacer después de 38 años de malos tratos. Fue aquel día en que se decidió a escapar del hombre del que siempre se sintió enamorada (el que en el nombre de ese amor la atemorizaba, insultaba, vejaba, agredía…), denunciar, buscar un refugio y, por primera vez en muchos años, un trabajo. «Nunca he trabajado de verdad. Durante años tenía que trabajar a escondidas, cuando él no estaba. Limpiaba algunas casas, pero era muy difícil para una mujer de mi edad y sin cualificación encontrar un trabajo que me permitiera una independencia; ser libre», comenta. Asispa se lo dio.

Asispa es una asociación privada y sin ánimo de lucro constituida en 1980, que tiene por misión promover la autonomía personal y la mejor atención a las personas mayores, adultos, juventud e infancia. Para ello disponen de una amplia carta de servicios y actividades que se complementan entre sí para cubrir todas las necesidades que puedan presentar las personas mayores principalmente, y otros colectivos en situación de dependencia: ayuda a domicilio, teleasistencia domiciliaria, residencia, centros de día, pisos tutelados, voluntariado, etc. 

Asispa ha ganado el premio Incorpora de la Obra Social de laCaixa precisamente por «la alta conexión entre la estrategia empresarial y sus acciones de integración laboral, así como buenas prácticas de contratación indirecta y difusión del programa, unidas a un elevado número de integraciones laborales respecto a su plantilla». Maribel sólo es un ejemplo, pero hay muchos.

De hecho, de los aproximadamente 4.000 trabajadores que tiene Asispa, 188 provienen de colectivos en riesgo de exclusión social. «Es muy gratificante trabajar con ellos, porque están muy motivados y quieren demostrar su valía. Muchas son mujeres de aproximadamente 50 años, víctimas de violencia doméstica», explica Beatriz Romero, directora de Recursos Humanos de Asispa. «Llevamos años colaborando con el plan Incorpora de laCaixa, por ejemplo en la formación y capacitación del personal que viene de estos colectivos», añade. 

En Asispa, una de las dos empresas de asistencia domiciliaria del Ayuntamiento de Madrid, trabajan 2.300 auxiliares que atienden la prestación de servicios integrales a domicilio para ancianos, como lavarles, levantarles, hacerles la compra, la comida, movilizarles… Pero además tienen servicio de teleasistencia con unidad móvil, 17 centros de día, nueve residencias…

Uno de esos centros de día es Nueva Edad, en la misma sede de Asispa, y lo dirige Nuria Gutiérrez, que nos guía por las instalaciones en las que los mayores hacen fisioterapia, talleres capacitativos, comen y practican todo tipo de ejercicios mentales adecuados para su nivel de deterioro cognitivo. 

Varias plantas más arriba, Sonia Zapico dirige el servicio de Teleasistencia, donde un grupo de trabajadores se afana al teléfono para dar solución a cualquier necesidad que tengan los usuarios. «Muchos de ellos lo que necesitan a veces sólo es hablar con alguien», asegura Beatriz Romero. De hecho, a veces esa atención o muestra de interés que reciben vía telefónica mejora mucho su percepción de calidad de vida y por ello, voluntarios de Asispa llaman a los mayores para charlar con ellos y ver cómo se encuentran. 

Aún le costará recuperarse de tantos años de maltrato pero, como ella dice, «lo principal para seguir adelante y no volver jamás es tener trabajo». Maribel sale de la habitación y deja tras de sí la singular emoción que contagia el agradecimiento. Gracias a Asispa, que paga su carta de libertad.

 

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