Los ejercicios para la memoria practicados de forma regular puede ayudarnos a prevenir y retrasar el deterioro de esta capacidad cognitiva. La memoria es una función importantísima para el ser humano puesto que nos permite registrar la información que llega a nuestro cerebro, almacenarla y utilizarla cuando lo necesitamos. También nos permite conectar en el tiempo los sucesos que nos acontecen.

Los fallos de memoria asociados a la edad son comunes entre las personas mayores. Si bien, es necesario que los distingamos del deterioro asociado a la demencia puesto que este último implica el deterioro de la función cognitiva en general afectando, además de a la memoria, “al pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio” (OMS).

Desde ASISPA, como organización que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, queremos proponerte una serie de ejercicios de memoria que ayudan a ejercitarla con el fin de prevenir o frenar su deterioro. Algunos de ellos los ponemos en práctica a diario en nuestro servicio de terapia ocupacional a domicilio consiguiendo reentrenar y recuperar funciones cognitivas en los usuarios y usuarias.

Rita Levi-Montalcini, neurocientífica italiana Premio Nobel de medicina en 2005, afirmaba en una entrevista: “gozamos de gran plasticidad neuronal: aunque mueran neuronas, las restantes se reorganizan para mantener las mismas funciones, ¡pero para ello conviene estimularlas!”. Para ello aconsejaba: “mantén tu cerebro ilusionado, activo, hazlo funcionar, y nunca se degenerará”.

Ejercitar el cerebro, como si de un músculo se tratase, permite que se establezcan nuevas conexiones neuronales. El aprendizaje y la actividad mental ayudan a que las conexiones entre las neuronas sean fuertes y de calidad.

Veamos 4 ejemplos de ejercicios de estimulación cognitiva que pueden ayudar a las personas mayores a minimizar los efectos negativos del paso del tiempo en la memoria.

4 ejercicios para la memoria

De forma general, actividades como leer, escribir o mantener una vida social activa ayudan a muchas personas a estimular funciones cognitivas relacionadas con la memoria.

 

1.    Puzles y juegos de cartas para ejercitar la memoria

Hacer puzles es una afición que tienen muchas personas en todo el mundo. El desafío que supone enfrentarse a un puzle unido a su carácter lúdico lo convierten en una actividad ideal para practicar en soledad o acompañado.

Para armar un puzle (cuantas más piezas mejor) el cerebro realiza una serie de ejercicios para encontrar la relación entre las imágenes de las piezas y recordar la que habíamos visto con anterioridad. Esta actividad, además, favorece la concentración, fomenta la paciencia y reduce la ansiedad.

Para los amantes de la tecnología, existen un gran número de aplicaciones basadas en en puzles o rompecabezas que podemos utilizar desde cualquier teléfono inteligente o tablet. Tal es el caso de la app Cognifit o Entrena tu cerebro que incluyen un gran número de ejercicios.

En cuanto a los juegos de cartas, además de ser un ejercicio para la memoria pues ayudan a retener información e, incluso, trazar estrategias, supone una actividad muy divertida y que facilita la socialización incluso entre personas de diferentes generaciones.

Aunque también existen juegos de cartas online, resulta más estimulante utilizar barajas físicas que, además, permiten practicar la memoria sensorial.

hacer puzle para ejercitar la memoria

2.    Ejercicios de calendario y reloj

Una acción tan sencilla como marcar en el calendario el día y año actual puede ayudar a trabajar la orientación espacio-temporal de una persona. Crear esa conciencia del tiempo, ayuda a la persona a ubicarse y ser capaz de recordar el pasado y vincularlo con el presente.

Para practicarlo a diario, existen calendarios físicos en los que el usuario debe marcar el día, el mes, el año, la estación e incluso el día de la semana o la hora. Pegatinas, cubos de madera, almanaques… Cualquier soporte es válido.

En cuanto al reloj, otro ejercicio que puede ayudar a trabajar la memoria es interpretar la hora en relojes de aguja y relojes digitales, no solo definiendo la hora en cada uno de ellos sino haciendo el cambio de cómo se representaría una hora determinada en un tipo de reloj u otro.

3.    Juegos de memorización

Otro ejercicio muy sencillo que ayuda a ejercitar la memoria es la memorización. Para ello, por ejemplo, podemos plantear retos como ¿qué objetos hay en el armario del cuarto de baño? ¿Qué comida hay en la nevera? La idea es que, tras memorizar durante un breve espacio de tiempo los objetos que se encuentran en un lugar concreto, la persona sea capaz de recordarlos aportando el mayor número posible de detalles.

Este tipo de juegos ayuda a ejercitar la memoria visual, clave en el proceso de lectura y escritura pues nos ayuda a relacionar lo visual con lo verbal. También contribuirá al recuerdo de lugares, caras conocidas…

Otros juegos de memoria visual son, por ejemplo, la búsqueda de diferencias entre dos imágenes, las parejas de cartas… También disponibles en las apps que antes mencionamos.

4.    Aprender

Por último, aunque no por ello menos importante, aprender y mantener una actitud curiosa ante la vida es, sin duda alguna, uno de los ejercicios que, como decía Rita Levi-Montalcini, mantendrá activa nuestra plasticidad cerebral favoreciendo la capacidad cognitiva en general.

Aprende un idioma nuevo, toca un instrumento, aprende canciones nuevas, asiste a clases, visita museos, charlas u otras actividades culturales, apúntate a un curso de cocina… Podemos aprender un gran número de cosas en nuestro día a día. ¡Nunca es tarde!

Desde ASISPA te proponemos que pongas en práctica estos sencillos ejercicios para evitar sufrir problemas de memoria retrasando el deterioro cognitivo para disfrutar de una mayor calidad de vida durante más tiempo.

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