En el marco de nuestro #45Aniversario, celebramos a las personas que han contribuido a construir lo que hoy somos. Y si hablamos de historia, compromiso y humanidad, es imprescindible hablar de Montse, una compañera que ha estado durante 32 años acompañando, escuchando y cuidando a miles de personas a través de la Teleasistencia de ASISPA.

Una llamada que lo cambió todo
Montse fue la primera operadora de Teleasistencia en ASISPA. Aquel día, hace más de tres décadas, recibió la llamada fundacional de un servicio que se ha convertido en esencial para el bienestar de muchas personas mayores y en situación de vulnerabilidad.
Con nervios, ilusión y una gran vocación, comenzó un camino nuevo para la entidad, junto a compañeros y compañeras como Manolo, Sonia y la recordada Lule. “Yo nunca había tocado un ordenador, ni sabía cómo colgar una llamada… Todo fue nuevo, pero lo más importante era saber que al otro lado había alguien que necesitaba ayuda”, recuerda.
La evolución del servicio de Teleasistencia ha sido constante, incorporando nuevas tecnologías, dispositivos móviles, monitorización de constantes o sistemas de alerta por riesgos. Pero hay algo que no ha cambiado: la presencia y el acompañamiento emocional que prestan nuestras operadoras y operadores.

Legado, aprendizaje y futuro
Durante estos 32 años, Montse no solo ha atendido llamadas, también ha formado a muchas otras profesionales que hoy mantienen viva esta forma de cuidar. Transmitir los valores de empatía, respeto, no juicio y cercanía ha sido siempre parte de su legado.
Gracias, Montse
Desde ASISPA, queremos agradecer profundamente la trayectoria de Montse. Por estos 32 años de entrega, dedicación y cariño, y por haber formado parte de una historia que hoy ya no se puede contar sin ella.
Como ella misma dice, ahora toca tomarse un respiro, pero confiamos en que este vínculo que nos une seguirá presente.
¡Gracias por tanto, Montse!